LEJOS DE TODO OBJETIVO

En el último encuentro de la primera mitad del torneo, Atlanta volvió a decepcionar y perdió como local por 2 a 1 frente a Brown de Adrogué.

El gol bohemio lo convirtió Diego Becker tras un centro cerrado que se metió junto al palo derecho de Ramírez.

Los goles de la visita fueron convertidos por Lavezzi. El primero tras un rebote dentro del área que la defensa de Atlanta no pudo despejar y el segundo tras una contra que encontró, cuando no, mal parada a la defensa de Atlanta.

En 17 fechas y dejando fuera del análisis los resultados, que en algunas oportunidades pueden variar por cuestiones fortuitas del juego, los dirigidos por Giganti casi siempre fueron manejadores de la pelota siendo ese el único punto destacable del juego.

Pero además de tener la pelota hay que tener algo de ambición y saber que hacer con ella.

Porque de nada sirve la posición si al avanzar en el campo de juego no se lástima al rival.

En lo que va del torneo Atlanta en muy pocas oportunidades terminó la jugada con peligro y remate al arco. 

Hasta ahora el bohemio siempre dependió de alguna individualidad que, con más ganas que ideas, rompa con los esquemas y saque de la zona de confort al rival.

Cuando eso pasa y el equipo se aproxima al arco rival queda completamente desbalanceado en el retroceso sufriendo casi siempre en inferioridad numérica de mitad de cancha hacia atrás.

Más allá del puntaje que hoy por hoy tienen al conjunto dirigido por Giganti fuera de la zona de reducido, lo anteriormente mencionado se deja ver en el saldo negativo en la diferencia entre goles convertidos y goles recibidos.

Lo más preocupante de esto es que la estrategia de juego no va a cambiar con 3 o 4 incorporaciones que puedan llegar a venir. 

Por más variantes que al equipo se le presenten a corto plazo este estilo de juego poco eficaz es parte del ADN de un entrenador que junto a los encargados del fútbol armó (o aceptó) estos jugadores. 

Este equipo de Atlanta no se formó para pelear el torneo sino para entrar al torneo reducido y ese es un error. Pelear el torneo inexorablemente te va a dejar en puestos de reducido.

Por momentos el ciclo de Mauricio Giganti al frente del equipo parece terminado. Sin embargo, los antecedentes inmediatos con Erviti muestran una excesiva apuesta a un proyecto futbolístico que hoy por hoy parece a la deriva.

Pero esto es fútbol y todo puede pasar. Por eso la confianza en un plantel corto lleno de juveniles sigue siendo la misma que al comienzo del torneo.

*Foto: Atlanta Oficial