Tras un tiro de esquina en el minuto 92 y un cabezazo de Nicolás Medina, Atlanta logró una la merecida y valiosa igualdad ante un San Miguel que jugó más de media hora con 10 jugadores.
Merecida porque nunca dejó de intentarlo a pesar de las pocas ideas para quebrar a un equipo que se defendió bien y expuso las limitaciones ofensivas del conjunto dirigido por Luis García.
Valioso porque una derrota lo hubiese dejado a más de un partido del Deportivo Madryn con igual cantidad de puntos que San Miguel y a tres puntos de San Martín y Tristán Suárez con un partido más que el conjunto tucumano.
Pero lo más preocupante de todo son las faltas de variantes del equipo y la poca rebeldía para cambiar cuando las cosas no salen como estaban pensadas.
Porque en este encuentro al igual que en partidos anteriores como contra Colegiales el equipo solo se limitó a tirar centros. Sin encontrar la manera de llegar por el centro o rematar desde media distancia.
Porque el mensaje de que ese es el único camino llegó desde el banco con cambios como el de los dos laterales para tener más frescura a la hora de sumarse al ataque.
Atlanta carece de peso dentro del área y García en lugar de buscar variantes insiste con Bauman que no genera absolutamente nada y solo convirtió frente a Arsenal en la primera ronda.
A falta de 8 fechas aún se puede retomar el camino que volvió a ilusionar. Pero algo está claro, solamente con centros no va a alcanzar. Porque si bien el gol llegó por un centro, el mismo fue de un tiro de esquina y no de jugada.
Este equipo tiene mucho por mejorar, pero parece limitado en sus intenciones y desde el banco pareciera que quieren morir con las notas puestas.
El próximo domingo el bohemio visitará a Almagro con la obligación de ganar si pretende pelear por el primer puesto. Veremos si el bohemio buscará algo diferente jugando con la obligación de sumar de a tres.