El gol del cervecero lo convirtió Colman de penal a los 38 minutos de una primera mitad bastante floja en cuanto al juego.
Si bien Atlanta tuvo una clara posibilidad de abrir el marcador luego de que Mazzola pegará un cabezazo en el travesaño, está fue la única oportunidad clara y la visita terminó justificando con poco la ventaja con la que se fue al vestuario ya que su juego fue mejorando con el correr de los minutos.
Atlanta con más vergüenza que buen fútbol, salió a jugar el segundo tiempo en campo del rival siendo superior a un Quilmes que conforme con el resultado, se tiró atrás e intentó salir de contra.
Diez está perdido y la verdad es que si se pretende pelear por algo, deberá existir una autocrítica que cambie el rumbo dejando de lado los caprichos como los que mantuvieron a Erviti en el banco cuando la cosa no funcionaba.
Por suerte, la ausencia de promedios hacen que esté año catastrófico no tengan consecuencias futuras y se pueda hacer al menos desde lo futbolístico un borrón y cuenta nueva ya que
ningún dirigente por más optimista que sea puede tomar con naturalidad un presente que al día de hoy lleva 9 encuentros sin victorias y en los cuales solamente convirtió goles en 2 de ellos.
La semana próxima luego del encuentro frente a Brown de Adrogué y la finalización de Atlanta en el torneo, comenzará el éxodo de un grupo de jugadores que salvo una catástrofe futbolística a corto plazo nadie va a extrañar.