Durante la primera mitad Atlanta nunca pudo hacer prevalecer su juego y se vio superado futbolísticamente por su rival.
Cómo durante gran parte de lo que va del torneo, el conjunto dirigido por Giganti se mostró inconexo entre las líneas y las fallas en el medio campo comienzan a preocupar.
La línea media no recupera, no abastece a los delanteros y permite que el rival avance con facilidad.
La única jugada de peligro concluyó con un disparo de Medina que se fue desviado cuando ya nadie oponía resistencia.
El gol con el que los locales se fueron al descanso en ventaja llegó en tiempo adicionado tras un penal bien sancionado Julio Barraza, por una mano de Camargo dentro del área.
En la segunda mitad y con el resultado a su favor, los locales retrocedieron en el campo intentando aprovechar la necesidad de los dirigidos por Giganti.
Atlanta se hizo cargo del encuentro y fue con todo en busca del empate.
El rayado mantuvo el orden y el juego se volvió de ida y vuelta. Al igual que frente a Villa Dálmine el bohemio tuvo un correcto segundo tiempo y tuvo sus posibilidades de empatar pero esta vez no hubo lugar para los milagros. Maipú también desperdició sus oportunidades de ampliar el resultado.
Atlanta aún es una incógnita y no se sabe si es el de los segundos tiempos cuando la necesidad lo hace ir a buscar o el de los primeros tiempos en los cuales se ve superado por su rival.
Lo cierto es que pareciera no tener carácter para ser protagonista desde el comienzo y se anima un poco más cuando ya no tiene nada que perder.
La próxima fecha el bohemio recibe a Independiente Rivadavia en el León Kolbowski y todos mantenemos la ilusión de que el equipo logré ponerse el traje de protagonista y salga a buscar los tres puntos desde el minuto cero.