Desde el arranque el encuentro fue parejo con un Atlanta
parado en campo rival intentando abrir el marcador Prevalí recupero su juego y
pese a la ausencia de Valdez Chamorro el medio campo comenzó a funcionar un
poco mejor. Esto ayudo a que la defensa, pese a tener bastante para mejorar no
quede mal parada y sufra más de lo necesario.
Pese a eso, fue el local quien abrió el marcador a los 13
minutos de la primera mitad cuando tras un centro atrás Villalba este logro
vencer a Rago.
Atlanta que por segunda vez en el campeonato había empezado
perdiendo (La anterior fue en la primera fecha frente a Platense) no se desesperó
y siguió jugando en campo rival. Por el lado del local solo había intenciones
de contraatacar para poder ampliar el resultado cosa que hubiese sucedido de no
ser por la presencia de Rago que evito el segundo gol tapando un mano a mano cuando
terminaba la primera mitad.
El segundo tiempo fue completamente distinto ya que al
minuto de juego, Previtali se llevó por delante un tiro libre ejecutado por
Ochoa Giménez desde el costado derecho para poner el empate.
Luego del gol que ponía un poco más de justicia al
desarrollo del encuentro, el bohemio siguió atacando mientras que Morón buscaba
salir rápido con más ganas que futbol con el objetivo de abastecer al siempre
peligroso Akerman.
Atlanta seguía ganando el medio campo y fue asi como tras un
robo en ese sector, la pelota le quedo a Marcioni que con espacios saco un
remate que se metió contra el palo derecho de Salvá para dar vuelta el partido a
diez minutos del final.
Si bien esta victoria vale muy poco desde lo estadístico, es
muy valiosa desde el punto de vista emocional para un equipo que si bien
lograba ponerse en ventaja, le costaba mucho sostener el resultado y se quedaba
con las manos vacías.