Y más allá de la injusta e inaceptable decisión de la Asociación
del Futbol Argentino (AFA) en la cual no dio ninguna clase de ventaja a los
equipos que mejor hicieron las cosas, algunos por no decir todos los problemas
de los malos resultados en este mini torneo son pura y exclusivamente del
bohemio.
Podemos estar mucho tiempo discutiendo si los problemas que
llevan a que el bohemio no pueda repetir las actuaciones con las que sumo 41
puntos en el torneo que la AFA finalizó sin premios ni castigos son futbolísticos
o anímicos.
Si bien la cuestión anímica y de confianza siempre son
importantes surgen algunas inquietudes a las que quienes estamos afuera y
alejados del día a día nos cuesta encontrar respuesta.
¿Qué hace Atlanta por superar los problemas extra
futbolísticos?, ¿Por qué por tercer partido consecutivo el bohemio comenzó ganando
y no logro quedarse con los 3 puntos?, ¿Por qué los rivales le convierten a los
pocos minutos de haberse puesto en ventaja?, ¿Por qué la defensa a comete errores
infantiles que el equipo termina pagando caro?, ¿Es necesario siempre arriesgar
en la salida? Un despeje a la platea alta del gran León no es cuestión de ánimo
sino de viveza. No siempre es necesario salir jugando A todos nos gusta ver
jugar bien al conjunto de Lisa, pero en estos momentos la prioridad la tiene el
resultado.
Frente al celeste, Atlanta entro dormido y en los primeros
minutos no logro hacer pie. La visita, consciente de sus necesidades y de los
defectos del bohemio por intentar salir jugando desde el fondo se plantó en el
campo de un bohemio que sufría por cumplir con la orden de no tirar la pelota
al campo contrario.
El gol de Ramiro Fernández con ayuda de Demartini cuando el
partido llevaba media hora de juego puso al bohemio a prueba. ¿Estaba en
condiciones de aguantar la presión de ir ganando luego de lo que sufrió frente
a Agropecuario y Estudiantes? La respuesta a esa pregunta es qué no. La visita
solo necesito de 6 minutos para que un error de Tecilla en la salida desde el
fondo le permitiera a Vietto conseguir la igualdad con la que se fueron al
descanso.
Con el partido igualado y con ambos equipos necesitados de
un triunfo el imaginario popular indicaba que la segunda mitad debía ser
abierta ya que ambos equipos irían en busca de los tres puntos. Nada de esto sucedió.
Atlanta se paró en campo rival sin generar mucho peligro. La visita emparejo con
el correr de los minutos pero tampoco lograban inquietar a Rago.
Los cambios de Lisa no cambiaron el esquema y quienes
ingresaron jugaron en la misma posición que sus reemplazados, con idénticas dificultades a la hora de quebrar a
su rival y contando con solo dos oportunidades de gol. Primero López, que volvió
de una larga inactividad, y luego Pedrozo cabecearon por sobre el travesaño
desperdiciando las únicas chances que tuvo el bohemio para desnivelar en la
segunda mitad.