El lunes por la noche, sin presencia opositora, se realizó
la asamblea extraordinaria en la cual se aprobó el alquiler del sector donde
anteriormente estaba la tribuna Dorrego a la gente encargada de la construcción
y explotación del estadio cubierto.
El contrato será por 10 años y no hay cláusula de renovación
automática, lo que significa que si en 10 años, el club puede sentarse a
negociar un nuevo alquiler o explotar el mismo por su cuenta quedándose con
todo lo que el mismo recaude.
En un principio, la empresa deberá abonar 2 cuotas de
$450.000 y luego un alquiler mensual de poco más de $500.000 mensuales.

Los días de partido el club dispondrá de 200 cocheras y los
ingresos de las mismas quedaran para el club. Sería interesante saber si dentro
de la obra está contemplado un camino interior o un ingreso al estadio por dicho
sector ya que el recorrido bordeando las instalaciones seria largo y generaría
una gran pérdida de tiempo para quien decida estacionar en el los días de
partido.
Volviendo al tema de los asambleístas con los que dimos
inicio a la nota, a los socios creemos que les hubiese gustado ver un debate
más allá de la votación final.
Los asambleístas opositores también forman parte de la vida
democrática del club y son muchas veces los encargados de denunciar en
asambleas las cosas que consideran erróneas, alertando al socio de los riesgos
de un contrato poco beneficioso.
Esperemos que cuando llegue la hora de aprobar balances y de
ver el destino del dinero que ingresa estén todos, presenten debates y
proyectos.
Ojala entiendan que acá no se trata de ganar discusiones o
de ver quién tiene razón en determinados temas.
Acá hay uno solo ganador y un solo perdedor y es el Club
Atlético Atlanta.