En el caso de Atlanta, si bien era necesario ganar para
alcanzar el segundo puesto, lo más interesante pasaba por lo que pueda pasar en
el fondo.
Es que los casi 900 minutos con los que Rago salió a jugar
el partido y la cercanía al record argentino, nos pone expectantes a todos.
Por suerte el bohemio, no se relajó y paso por arriba a
Talleres. Lo goleo por 3 a 0 con 2 de Colombini y uno de Pedrozo y pudo
mantener la valla invicta otro partido.
Hasta ahí, un resumen casi estadístico de un partido que
solo sirvió para cumplir con las obligaciones.
Una vez finalizado el encuentro, comenzó lo que la multitud
bohemia fue a ver.
Mientras los jugadores se iban al vestuario, en el centro
del campo se iba armando el escenario. Wainraich y Cayetano comenzaban a
conducir el festejo al mismo tiempo que el Chiqui Tapia, presidente de la AFA,
se acercaba para entregar las medallas al subcampeón del torneo de la primera B
2018/2019.
Los familiares de los jugadores, se acercaban al campo de
juego para estar cerca de sus seres queridos al momento de la premiación.
Los jugadores retornaron al campo de juego con remeras
alusivas y el pelo pintado con los colores del club, a medida que eran llamados
iban subiendo al escenario en busca de su recuerdo y comenzaban a festejar al
costado.

Los cantos entonados euforicamente tanto dentro del campo
como en las populares y en la platea invadían de emoción a todos los presentes.
El recuerdo del Pepe Castro como formador de este equipo era total.
Los jugadores dando notas a la prensa, los jugadores
pidiendo fotos con sus familias y compañeros de equipo daban comienzo al fin de
la merecida premiación a un equipo que supo superar la adversidad de malos
resultados a base de temperamento y buen futbol.
Ahora llego el momento del trabajo de la comisión directiva. Muchos deberán charlar acerca de sus contratos, entre ellos
el Chano Orfila, DT que renovó el ánimo de este plantel y lo hizo confiar en
que este resultado era posible.