Recién pasaron 5 fechas y sin bien falta mucho el margen de error comienza a achicarse y el bohemio,
que tuvo un arranque demoledor, deberá parar la pelota y barajar de nuevo.
Ayer, en el estadio de Italiano en donde
Acassuso hace de local, el bohemio volvió a caer derrotado por 1 a 0.

El local mantuvo el orden y estuvo más
cerca de abrir el marcador en varias oportunidades, cosa que lograría luego de
que Salvatierra
transformara en gol un penal cuando moría
el primer tiempo.
El segundo tiempo fue distinto. La obligación
del bohemio por empatar y el retroceso al cual nos tiene acostumbrado Della
Pica, hicieron que el bohemio se plante con un poco más de profundidad en
terreno quemero.
La ausencia de Enrique se notó mucho,
sobre todo de mitad de cancha y en las pelotas paradas. Pero Atlanta no debe
depender de un solo jugador y debe encontrar variantes a cada ausencia.
Hay jugadores de buen pie y mucho
material para superar esos errores que siempre son mejores tenerlos al
principio para poder corregirlos.
Pero a no dormir con los factores
externos porque ayer el bohemio volvió a verse perjudicado. Pequeñas faltas en
la mitad de la cancha colaboraron para
que el local no sufriera tanto en el fondo y cuando el bohemio logro acorralar
a su rival, el árbitro no le cobro un claro penal a favor tras una mano clara
dentro del área.
Probablemente Acassuso se vea
beneficiado sin proponérselo al enfrentar a equipos golpeados y con jugadores
suspendidos luego de su enfrentamiento a Riestra, lo cual pone en duda hasta el
sorteo del fixture ya que ambos son equipos de peso en AFA.
Llegó la hora de que el Pepe meta mano
en el equipo entendiendo que no todos los rivales juegan igual, las dimensiones
de los campos de juego son distintas y las necesidades propias y ajenas pueden
facilitar o dificultar cada partido.