¿Alguien vio alguna vez a un árbitro que obra de
buena fe escapar de un estadio como lo hizo Comesaña luego del partido que Atlanta
perdió por 1 a 0 frente a Deportivo Riestra?
¿De que huía la polémica terna arbitral?
¿Acaso temía que lo
que para nosotros fue un pésimo arbitraje le trajera consecuencias con los
dirigentes?
¿Le tenían miedo a las preguntas de los medios partidarios
presentes en el lugar?
Junto a estas preguntas se nos abre una que deja a
todas las anteriores sin efecto ¿Actuaron de buena fe?

La rapidez a la hora de sacar amarillas condiciono al
bohemio a la hora de disputar cada pelota dividida, y la parcialidad a la hora
de cobrar cada falta como la que no cobro en la mitad de la cancha en la jugada
que culminaría en el penal que minutos más tarde atajaría Rago, desvirtuaron
cualquier planteo imaginado en la previa.
El ingreso de Seijas en la mitad minutos después de la expulsión
de Enrique y los ingresos de Mazantti por Pedrozo y Milton Giménez por Martínez
dieron movilidad a un equipo que pese a la mala intención de la arbitro nunca
renuncio al ataque y que mereció algo más que lo que su rival y que aún
mantiene el crédito abierto de cara a lo que viene.